La religión como tema de debate en la sociedad moderna

Templo

La religión como tema de debate en la sociedad moderna

Los beneficios de la religión

Las personas pueden llegar a la fe en cualquier etapa de la vida. La institución de la religión tiene las siguientes ventajas.

Apoya los ideales morales

El beneficio de la religión es la creación de valores que quedan fuera de los límites de las leyes legales. Por supuesto, la iglesia no siempre consigue convencer a la gente de que siga las normas religiosas y éticas: no mentir, no envidiar, no adorar al becerro de oro. Pero los creyentes profundos tratan de no romper los mandamientos.

Te hace sentir más feliz

Los especialistas del Centro de Investigación Pew de EE.UU. descubrieron que las personas que asisten regularmente a los servicios religiosos se sienten más felices y sufren menos diversos tipos de adicciones. Incluso los no creyentes acuden a los templos para distraerse del ajetreo de la vida cotidiana, escuchar los himnos y encontrar la paz.

Te anima a pensar en tus compañeros y compañeras.

Saber que todos son iguales ante Dios y que cada persona será juzgada según sus actos ayuda a superar los sentimientos de enemistad, odio y deseo de venganza. Las organizaciones religiosas prestan asistencia social a los pobres y animan a la gente a seguir su ejemplo. Una persona religiosa no rechazará el apoyo a los necesitados: material (ropa, limosna, refugio), espiritual (compasión) o espiritual (oración, consejo).

Qué es la religión y cuál es su papel en la sociedad
En situaciones difíciles de la vida, muchas personas buscan consuelo en la religión. No se puede decir que la confesión y la oración sustituyan completamente al psicoterapeuta, y mucho menos al psiquiatra. El propio clero lo reconoce.

Por ejemplo, en el caso de la pérdida de un familiar cercano o de un diagnóstico letal, es difícil dar argumentos que devuelvan a la persona a la normalidad. Un sacerdote ayuda a pasar de una vida que parece carecer de sentido a otra, eterna.

El daño de la religión
La religión anima a la gente a obedecer reglas estrictas, como el ayuno, la adhesión al patriarcado y la asistencia a los servicios los fines de semana. Estas normas pueden considerarse una restricción de la libertad, aunque nadie está obligado a cumplirlas. A veces las creencias religiosas de una persona pueden ser perjudiciales para ella y para sus semejantes.

Denegación de atención médica
Algunos movimientos religiosos animan a sus seguidores a rechazar el tratamiento médico y a recurrir a la curación espiritual. El más común es el de las sectas, que se han separado de la religión principal y han creado su propia doctrina.

Por ejemplo, Mary Baker Eddy, fundadora de la Iglesia de Cristo, sostiene que la enfermedad y la muerte no son realidades creadas por Satanás. En su opinión, basta con reconocer la irrealidad de las dolencias y centrarse en Dios para curarse. Los Testigos de Jehová son otro movimiento religioso que rechaza el tratamiento obligatorio. Sus representantes consideran que las transfusiones de sangre son inaceptables, aunque signifiquen salvar una vida. Esto se justifica por el hecho de que la sangre supuestamente contiene el alma. No se hacen excepciones, ni siquiera para los niños.

Algunas religiones, entre ellas el Islam, exigen la sumisión de la mujer al marido o a los parientes masculinos -padre, hermanos-. Los roles en una familia tradicional están estrictamente divididos: el marido tiene que mantener a la familia y la mujer tiene que dedicarse al hogar y a los hijos. En algunos países y en determinados círculos, la educación y el empleo sólo pueden obtenerse con el permiso del cónyuge o de los padres. Hay otras restricciones, como el uso de ropa cerrada y la prohibición de caminar solo. Todos estos son obstáculos a la igualdad de género en el sentido moderno y pueden considerarse violaciones de los derechos humanos.

Cada vez son más las mujeres que intentan defender sus derechos y demostrar que la interpretación patriarcal del Islam, por ejemplo, es errónea. Esta opinión está respaldada por los expertos de las Naciones Unidas. El relator especial de la ONU, Ahmed Shaheed, ha declarado que hay que revisar la legislación basada en las creencias religiosas. El primero se refiere a las leyes que justifican la violencia de género, incluida la persecución penal de las mujeres por violar la fidelidad conyugal.

Terrorismo religioso
Se considera el tipo de actividad terrorista más peligroso. Cuando la motivación se vuelve religiosa, la gente suele dejar de responder a los argumentos racionales. La aplicación de castigos, incluida la pena de muerte, es vista por los terroristas como una recompensa. Creen que después de la muerte se encontrarán con el Todopoderoso, cuya voluntad han seguido hasta el final.

Las religiones tradicionales del mundo no fomentan la violencia y la hostilidad. Pero los grupos sociopolíticos los utilizan como tapadera para actividades terroristas y extremistas.